Más allá del peso: Derribemos el estigma de la obesidad
13 de marzo de 2025

La obesidad es una condición de salud que va más allá del peso corporal. A pesar de los avances científicos, persiste una visión errónea que la reduce a un problema de voluntad o disciplina personal. Esta percepción contribuye a un estigma significativo, que afecta la calidad de vida de quienes viven con obesidad y dificulta el acceso a tratamientos adecuados (Rubino et al., 2020).
🔬 ¿Qué es el estigma de la obesidad?
El estigma de la obesidad se refiere a los prejuicios y la discriminación que enfrentan las personas con esta condición en distintos ámbitos de la sociedad. Este fenómeno se basa en la creencia errónea de que el peso corporal es completamente controlable y que quienes viven con obesidad han fallado en su autocuidado. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que la obesidad es una condición multifactorial, influenciada por factores genéticos, metabólicos, ambientales y socioeconómicos (Sánchez-Carracedo, 2022).
Uno de los ámbitos donde el estigma es más evidente es en el sector salud. Estudios han demostrado que los profesionales de la salud pueden mostrar sesgos implícitos hacia los pacientes con obesidad, lo que lleva a diagnósticos tardíos y tratamientos inadecuados (Nutter et al., 2023). Esto se traduce en menores tasas de acceso a la atención médica y en una peor calidad de la misma, lo que puede afectar negativamente la evolución de enfermedades asociadas a la obesidad.
Además, una nueva propuesta de clasificación distingue entre obesidad preclínica (exceso de adiposidad sin disfunción orgánica evidente) y obesidad clínica (cuando la adiposidad provoca alteraciones en los órganos y tejidos), lo que refuerza la idea de que la obesidad no es solo un asunto de peso, sino una enfermedad con impactos sistémicos (The Lancet Diabetes & Endocrinology, 2025). La comisión también enfatiza que la obesidad no debe evaluarse solo con el IMC, sino con otras medidas como la circunferencia de cintura o el índice cintura-estatura, ya que el IMC por sí solo no refleja la complejidad de la condición (Rubino et al., 2025).
🧬 Factores que contribuyen a la obesidad: Un enfoque integral
Contrario a la creencia popular, la obesidad no es simplemente el resultado de una dieta poco equilibrada o de la falta de actividad física. Es una condición de origen multifactorial en la que interactúan factores genéticos, metabólicos, ambientales y socioeconómicos, cada uno desempeñando un papel crucial en su desarrollo (Chiurazzi et al., 2020).
1. Factores genéticos: La predisposición heredada
Se estima que entre un 40% y 70% del riesgo de obesidad está determinado por la genética. Mutaciones en genes como MC4R, POMC y FTO pueden influir en la regulación del apetito, el almacenamiento de grasa y la eficiencia metabólica (Chiurazzi et al., 2020). Además, los factores epigenéticos pueden modificar la expresión de estos genes, promoviendo la obesidad en ciertos ambientes y estilos de vida.
🔬 Mecanismos genéticos clave:
Regulación del hambre y la saciedad: Alteraciones en la función de la leptina pueden provocar un aumento del apetito.
Metabolismo basal: Algunas variaciones genéticas afectan la tasa metabólica en reposo.
Preferencias alimentarias: Estudios han demostrado que ciertos genes pueden influir en la preferencia por alimentos ricos en grasas y azúcares.

Figura 1. Factores genéticos en la obesidad: genes involucrados en la regulación del apetito y el metabolismo. Imagen de autoría propia basada en Chiurazzi et al., 2020. Fuente: International Journal of Molecular Sciences. DOI: 10.3390/ijms21239035, bajo licencia CC BY 4.0.
💡 Dato clave: Aunque la genetica juega un papel importante, no es un destino irreversible. Factores epigenéticos y ambientales pueden modular sus efectos.
2. Entorno obesogénico: Un sistema que favorece el exceso de peso
El término "entorno obesogénico" hace referencia a las condiciones del entorno que facilitan la ganancia de peso y dificultan la adopción de un estilo de vida saludable.
El "entorno obesogénico" facilita la ganancia de peso y dificulta la adopción de un estilo de vida saludable. La urbanización descontrolada y la exposición a dietas ultraprocesadas han generado un entorno donde las opciones saludables no siempre son accesibles (Wang et al., 2019, Roe et al., 2020). Además, la falta de espacios adecuados para la actividad física y el incremento de estilos de vida sedentarios han agravado el problema (The Lancet Diabetes & Endocrinology, 2025).

Figura 2. Factores del entorno obesogénico. Imagen de autoría propia.
Algunos ejemplos incluyen:
🍔 Disponibilidad de alimentos ultraprocesados: En muchas ciudades, los alimentos ultraprocesados y de bajo valor nutricional son más accesibles y asequibles que las opciones saludables.
🚶♀️ Estilos de vida sedentarios: La tecnología y la urbanización han reducido la actividad física en la vida diaria (trabajos de oficina, transporte motorizado, largas jornadas laborales).
🏙️ Falta de acceso a alimentos saludables: En muchos sectores urbanos y rurales, las frutas y verduras frescas pueden ser costosas o difíciles de encontrar, lo que obliga a recurrir a opciones poco nutritivas.
📺 Publicidad y cultura de consumo: La exposición constante a anuncios de comida rápida y bebidas azucaradas influye en las decisiones alimentarias, especialmente en niños y adolescentes.
💡 Dato clave: Un entorno saludable puede prevenir la obesidad incluso en personas con predisposición genética, lo que resalta la importancia de las políticas públicas en alimentación y salud.
3. Factores socioeconómicos: El impacto del estrés y la desigualdad
La inseguridad económica y laboral pueden aumentar la producción de cortisol, una hormona que favorece el almacenamiento de grasa abdominal. Además, el estrés puede alterar la función de la leptina y la grelina, hormonas que regulan el hambre y la saciedad (Rubino et al., 2020). También se ha demostrado que los factores socioeconómicos afectan el acceso a atención médica y tratamientos eficaces (The Lancet Diabetes & Endocrinology, 2025).
🔄 Estrés crónico y desregulación hormonal:
La exposición prolongada al estrés (trabajo precario, inseguridad financiera, discriminación) aumenta la producción de cortisol, una hormona que favorece el almacenamiento de grasa abdominal.
El estrés también puede alterar la función de la leptina y la grelina, hormonas que regulan el hambre y la saciedad, aumentando la tendencia a comer en exceso (Rubino et al., 2020).
🍟 Comportamiento alimentario bajo estrés:
Las personas que enfrentan altos niveles de estrés suelen recurrir a alimentos reconfortantes (ricos en azúcar, grasas y carbohidratos refinados) como mecanismo de afrontamiento emocional.
Esta relación entre estrés y alimentación contribuye a un ciclo de ganancia de peso difícil de romper.
🚧 Falta de acceso a oportunidades saludables:
En comunidades con bajos ingresos, la comida rápida es más barata que los alimentos nutritivos.
La falta de espacios seguros para la actividad física limita las oportunidades para mantener un estilo de vida activo.
💡 Dato clave: La obesidad no es solo un problema individual, sino un reflejo de las desigualdades sociales. Para reducir su prevalencia, es fundamental abordar las barreras económicas y ambientales que dificultan una alimentación saludable y el ejercicio.
4. Limitaciones para la actividad física: ¿Ejercicio para quién?
A pesar de los beneficios bien documentados del ejercicio, no todas las personas tienen las mismas oportunidades de ser activas. La falta de acceso a espacios adecuados es un factor clave en el desarrollo de la obesidad (Brito et al., 2021, Roe et al., 2020).

Figura 3. Barreras para la actividad física. Imagen de autoría propia.
🏢 Infraestructura urbana poco favorable:
En muchas ciudades, la urbanización ha reducido los espacios seguros para la actividad física (parques, ciclovías, áreas recreativas) o incluso no tienen.
La dependencia del automóvil y el transporte público ha disminuido la actividad física incidental (como caminar al trabajo o a la escuela) .
⚠️ Barreras en comunidades de bajos recursos:
La falta de gimnasios accesibles y económicos puede limitar las opciones para hacer ejercicio.
En zonas peligrosas, la inseguridad es una barrera para actividades como correr o andar en bicicleta.
🏫 Impacto en niños y adolescentes:
La reducción de la educación física en las escuelas y el aumento del tiempo frente a pantallas han contribuido al sedentarismo infantil.
La actividad física en la infancia es clave para prevenir la obesidad en la vida adulta.
💡 Dato clave: Crear entornos que fomenten la actividad física debe ser una prioridad de salud pública. Esto incluye el desarrollo de espacios seguros y la promoción de programas accesibles para toda la población.
🚨 El impacto del estigma en la salud
Además de los desafíos biológicos y ambientales, las personas con obesidad deben enfrentarse a la discriminación y los prejuicios, lo que genera un impacto significativo en su bienestar (Sánchez-Carracedo, 2022).
El estigma del peso puede llevar a consecuencias graves, tales como:
Mayor riesgo de depresión y ansiedad 😔, debido a la constante presión social y la discriminación.
Evitación del sistema de salud🏥 por miedo a ser juzgados, lo que retrasa diagnósticos y tratamientos esenciales.
Mayor estrés, lo que a su vez contribuye a alteraciones hormonales y al aumento de peso 🔄.
Lejos de ser una simple cuestión estética, el estigma de la obesidad se convierte en una barrera para la salud y el bienestar, haciendo que muchas personas no busquen ayuda o reciban atención inadecuada.
📢 Un llamado a un cambio de perspectiva
Para combatir el estigma, es fundamental:
✔ Sensibilizar a la sociedad y a los profesionales de la salud sobre la complejidad de la obesidad.
✔ Promover un enfoque basado en la ciencia, en lugar de culpar a las personas por su peso.
✔ Crear entornos más inclusivos, donde se facilite el acceso a una alimentación saludable y a espacios para la actividad física.
La obesidad no es simplemente una cuestión de disciplina individual, sino el resultado de múltiples factores biológicos, sociales y ambientales. Romper con el estigma es un paso clave para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y construir una sociedad más justa y saludable.
💙 Reflexión final: La obesidad no es solo una cuestión de elección personal
Es crucial entender que la obesidad no es el resultado de una sola causa, sino de múltiples factores que interactúan entre sí. No todas las personas tienen las mismas oportunidades para mantener un estilo de vida saludable, y el estigma asociado a la obesidad puede empeorar la situación al dificultar el acceso a tratamientos adecuados.
En lugar de culpar a las personas por su peso, debemos enfocarnos en crear un entorno que favorezca la salud y garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos, oportunidades para la actividad física y apoyo médico libre de prejuicios.
La obesidad no es un fracaso personal, sino un desafío de salud pública que requiere un enfoque basado en la ciencia y la empatía.
Referencia
Chiurazzi, M., Cozzolino, M., Orsini, R. C., Di Maro, M., Di Minno, M. N. D., & Colantuoni, A. (2020). Impact of genetic variations and epigenetic mechanisms on the risk of obesity. International Journal of Molecular Sciences, 21(23), 9035. https://doi.org/10.3390/ijms21239035
Nutter, S., Eggerichs, L. A., Nagpal, T. S., Ramos Salas, X., Chin Chea, C., Saiful, S., Ralston, J., Barata-Cavalcanti, O., Batz, C., Baur, L. A., Birney, S., Bryant, S., Buse, K., Cardel, M. I., Chugh, A., Cuevas, A., Farmer, M., Ibrahim, A., Kataria, I., Kotz, C., ... Wilding, J. (2023). Changing the global obesity narrative to recognize and reduce weight stigma: A position statement from the World Obesity Federation. Obesity Reviews, 25, e13642. https://doi.org/10.1111/obr.13642
Rubino, F., Puhl, R. M., Cummings, D. E., Eckel, R. H., Ryan, D. H., Mechanick, J. I., Nadglowski, J., Ramos Salas, X., Schauer, P. R., Twenefour, D., Apovian, C. M., Aronne, L. J., Batterham, R. L., Berthoud, H.-R., Boza, C., Busetto, L., Dicker, D., De Groot, M., Eisenberg, D., ... Dixon, J. B. (2025). Joint international consensus statement for ending stigma of obesity. The Lancet Diabetes & Endocrinology, 13(2), 485–497. https://doi.org/10.1016/S2213-8587(25)00004-X
Sánchez-Carracedo, D. (2022). Obesity stigma and its impact on health: A narrative review. Endocrinología, Diabetes y Nutrición, 69(9), 868–877. https://doi.org/10.1016/j.endien.2021.12.007
Wang, H., Dai, X., Wu, J., Wu, X., & Nie, X. (2019). Influence of urban green open space on residents’ physical activity in China. BMC Public Health, 19, 1093. https://doi.org/10.1186/s12889-019-7416-7
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